Partiendo de los resultados de la política
cardenista, el sistema económico mexicano empezó a funcionar de una manera que
hubo un crecimiento hacia afuera, basado en el dinamismo del sector primario.
Entre 1940 y 1945 el PIB creció con un
ritmo de 7.3 por ciento, lo cual no se había visto en la época
post-revolucionaria. Durante el sexenio de Ávila Camacho (1940-1946) hubo una gran estabilidad y crecimiento político
y económico. De 1956 a 1970 la economía creció hacia adentro por la sustitución
de importaciones, que significa producir lo que se consume en vez de comprarlo
a otros países.
Entre 1940 y 1970 el crecimiento mantuvo
un ritmo estable, porque existía un mercado cautivo por la política proteccionista.
No creció más allá de las fronteras del país, pero floreció nacionalmente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario