La República Restaurada

Al eliminarse la monarquía y después de la ejecución de Maximiliano, se renovó el gobierno estatal, iniciando el periodo de la República Restaurada. 

Siendo presidente Benito Juárez, se hizo la Ley Orgánica de Instrucción Pública para el Distrito Federal y Territorios (que suprimía la enseñanza religiosa), se fundó el Liceo Mexicano y la Escuela Nacional Preparatoria, y se aplicaron totalmente las leyes de Reforma.

Durante este periodo, en 1868, se firmó el tratado Guadalupe Hidalgo, se acreditó a negocios alemanes e italianos, se restauraron las relaciones con España y se comenzó la construcción del ferrocarril México-Veracruz. Hubo también un florecimiento literario, ejemplificado por la creación de la revista El Renacimiento.

Con una población de 9 millones de habitantes en el país, hubo varias rebeliones indígenas como la de Albino García, se reanudaron las relaciones con muchos países (como Guatemala, Italia y Alemania), y se llevó a cabo una protesta en Real del Monte.

En 1871, se hacen unas elecciones donde participan Juárez, Lerdo de Tejada y Porfirio Díaz, y cuyo resultado es la reelección de Juárez. Con el Plan de la Noria, un joven Porfirio Díaz se levanta en armas bajo el estandarte de la No Reelección, pero no llega muy lejos.

Sin embargo, pronto muere Juárez por una enfermedad cardiovascular y Lerdo de Tejada asume la presidencia interina. No tarda en ser nombrado presidente Constitucional.

Durante su periodo se inauguró la línea férrea México-Veracruz, el gobierno británico reclamó la entrada de indios mayas a las Honduras (que era territorio británico en ese momento), y se restablece el Senado de la República.

En 1875, Porfirio Díaz redactó un nuevo plan: el Plan de Tuxtepec. Este movimiento tuvo más éxito que el anterior: tras la batalla de Tecoac, Lerdo dejó la capital y Díaz tomó el poder.